miércoles, 10 de noviembre de 2010

ADIOS

Escribo esta última entrada para despedirme de todos vosotros y deciros que me ha encantado contaros una parte de mi vida. Después de esto me pasaron muchas cosas más pero esa fue mi principal misión. Yavhé confió en mí y a pesar de que al principio no quería acabé aceptando y al final todo salió bien. Me ha gustado mucho recordar viejos tiempos y ahora me despido muy a mi pesar.
                                                               ADIOS
                                  
                                                              MOISES

domingo, 7 de noviembre de 2010

LOS DIEZ MANDAMIENTOS

1º- Recuerda que yo soy tu único Dios el que te salvó de la esclavitud de Egipto y me adorarás y amarás sobre todas las cosas. No tendrás otros dioses ajenos a mí
2º-No tomarás el nombre de Yavhé
3º-No trabajarás el séptimo día, los otros seis harás tu labor y el séptimo descansarás y alabarás a tu Dios
4º-Honrarás a tu padre y a tu madre
5º-No matarás
6º-No cometerás adulterio
7º-No robarás
8º-No dirás a tu prójimo falso testimonio
9º-No codiciarás la casa, la mujer ni ninguna posesión del prójimo
El pueblo observaba atentamente el estruendo de estaba teniendo lugar en el monte y cuando tuvieron la oportunidad de hablar conmigo me dijeron que estaban muy preocupados. Yo les dije que no se preocuparan que Yavhé era el que los provocaba.

EN EL MONTE SINAÍ

Al tercer mes llegamos al monte Sinaí y Yavhé se me apareció para decirme que ese era el lugar elegido para establecer unas normas que dirigirían a su pueblo durante décadas. Para que nos diera esas normas tendríamos que cumplir ciertas normas: todos purificaríamos nuestras ropas y sólo yo podría subir al monte al tercer día de la purificación nadie podía tocar el monte cuando yo estuviera alli porqué sino se quemaría y moriría ni siquiera los sacerdotes podrían subir. Subí al monte y al hablar con Yavhé me dijo que bajara y les repitiera a todos que no podía tocar el monte y que Aarón subiera conmigo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

UNA INESPERADA SORPRESA

Estábamos en nuestra tienda y apareció por la puerta mi mujer, mi suegro y a mis dos hijos. Habían oído todo lo que Yavhé había hecho por mí y por mi pueblo y quisieron venir a verme. Conversamos durnate horas y al día siguiente él me acompañó en mis labores con jefe del campamento. Estuvo conmigo todo el tiempo y ya por la tarde me dió una muy buena idea: en lugar de hacer yo todo el trabajo he nombrado a unos 10 hombres sensatos para que ayuden al pueblo con sus pequeños problemas y los que ellos no pudieran solucionar acuadirían a mí.

LA GUERRA CONTRA AMALEC

Amalec se enfretó a nosotros en Refidim. Yavhé decidió ayurdarnos así que subí a la montaña con Aarón y Hug así que le dije a Josué que reuniera a todos los hombres para combatirles. Mientras Hug, Aarón y yo subimos a la montaña y cuando yo subía mi brazo Israel prevalecía y cuando yo bajaba mi brazo prevalecía Israel, pero yo ya era viejo y mis brazos se cansaban así que mi hermano y Hug tuvieron que aguntar mis brazos hasta que cayó el Sol.

EL AGUA

Seguimos caminando por el desierto hasta que el pueblo de Isarel empezó a murmurar contra mi y contra mi hermano y si así lo hacían también murmuraban contra Yavhé. Así que Yavhé hizo que yo pudiera hacer brotar agua de una roca con mi cayado y así hacer que los israelitas se callaran.

EL MANÁ

Yavhé oyó las murmuraciones del pueblo de Israel y nos envió unas semillas a las que llamamos maná. Yavhé me dijo que tendrían que recoger maná todos los días y comérselo todo, recoger sólo lo que se iban a comer y si no se comían todo lo que habían recogido las sobras se pudrirían o se llenarían de gusanos. Y así pasó, los israelitas no le hicieron caso a Yavhé y su comida se llenó todo de gusanos. Al sexto día Yavhé nos dijo que cogiéramos el doble porqué el séptimo día era su día de descanso y no habría mana hasta el siguiente día.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

NO TENEMOS AGUA

Después de este momento de felicidad teníamos que seguir caminando. Así que eso hicimos y después de tres días andando llegamos a Mara y cuando fuimos a probar el agua de ese lago descubrimos que era amarga entonces todo el pueblo se volvió contar mí y les dije: si de verdad creeis en Yavhé no os preocupéis con nada, Él no os dejará morir.

GRACIAS YAVHÉ

En forma de canto le agradecimos a Yavhé todo lo que había hecho. Le dimos gracias por haber hundido a los hombres del Faraón con sus carros en el lago y por elegirnos a nosotros como pueblo. También le alabamos diciéndole lo importante que era Él, que cuando pasaba por una nación ésta se callaba y le contemplaba. Este canto nos salió directo del corazón, no te puedes imaginar lo felices que estabamos todos.

¡¡¡NOS PERSIGUEN!!!

Mientras nosotros nos alejabamos apreusradamente por el desierto en Egipto el Fraón se arrepentía de lo que había hecho: había dejado escapar a todos sus esclavos asi que cogió a todos sus guerreros e hizo que vinieran a por nosotros.


Por suerte Yavhé estaba de nuestro lado y nos protegió durante toda la noche mientras empezabamos a huir por enmedio del río. Yavhé me dió el poder de abrir el mar y que pudiéramos salir. Cuando amaneció los egipcios cogieron sus carros y se adentraron en el mar pero antes de que pudiéran cogernos el mar se cerró y todos comprobamos lo fuerte que era Yavhé.

SIEMPRE LO RECORDAREMOS

Recordaremos este día en el que Yevhé nos liberó de la esclavitud como el mejor día para todos los israelitas. A partir de ahora Yavhé nos guiará hasta una tierra que mana leche y miel. Este, Abid, será el primer mes del año y desde hoy las semanas tendrán siete días de los cuales seis trabajaremos y el otro descansaremos en honor a Yavhé. Le ofreceremos los primogénitos machos de nuestro ganado y protegeremos a nuestros primogéntios como recuerdo de lo que él hizo para que nos dejaran salir de Egipto. Celebraremos cada año el día de nuestra liberación, no comeremos pan fermentado durante una semana.
Durante nuestro camino por el desierto Yavhé nos acompañó en todo momento durante el día y la noche para que los egipcios no pudieran hacernos daño

martes, 2 de noviembre de 2010

LA PASCUA

Yavhé nos dijo que este sería el primer mes del año para los judíos y que siempre recordaríamos este día como el día en el que Yavhé, nuestro Dios, nos ayudó a salir de la esclavitud Egipto. También me dijo que para que la maldición no recayera sobre los israelitas teníamos que cubrir a nuestros hijos con objetos de oro y plata. Esa noche teníamos que comernos una res y untar la puerta de nuestras casas con su sangre.
Llegó la gran noche. Todos los israelitas nos reunimos en sus casas y nos comimos la res. Esperamos hasta que hubo pasado la medianoche y cuando llegó ese momento Egipto quedó sumido en el caos. El Faraón nos hizo salir rápidamente a todos antes de que nadie más muriera. Después de 430 años por fin nos íbamos de aquel infierno.

ANUNCIO DE LA 10ª PLAGA: LA MUERTE DE LOS PRIMOGÉNITOS

Yavhé me dijo que visto que el Faraón no nos dejaría salir fácilmente iba a mandar una plaga de la cual el Faraón se acordaría toda su vida y no sólo nos dejaría salir si no que también nos expulsaría de Egipto para siempre: su espíritu pasaría una noche por las casas de Egipto y mataría a todo primogénito egipcio a los hombres y a los animales, pero ni un solo primogénito israelita moriría. Esa noche Yavhé nos avisaría para que nos preparáramos para huir de allí.

domingo, 31 de octubre de 2010

9ª PLAGA: LAS TINIEBLAS

Yavhé hizo que Egipto quedara sumida en la  oscuridad durante tres días y tres noches. No se veían los unos alos otros y no pudieron moverse de donde estaban por miedo a hacerse daño. Los israelitas tenían luz en sus hogares y ellos si que podían seguir con su vida normal. El Faraón me llamó y me dijo que las mujeres y los niños podían venir pero que el ganado se tenía que quedar alli. Le dije que no podíamos irnos sin el ganado porque sino no podíamos hacerle sacrificios a Yavhé. El Faraón se enfadó mucho conmigo y me dijo que si volvía a verme me mataría.

8ª PLAGA: LAS LANGOSTAS

Yavhé me dijo que fuera al Faraón y le dijera que si nos dejaba ir enviaría una plaga de langostas sobre Egipto. El Faraón nos llamó a mi hermano y a mi y nos dijo que no quería más plagas ni más torturas así que nos dijo que nos fuéramos a orar al desierto.
-Nos iremos con nuestras mujeres, nuestros niños, nuestra ganado, nuestras pertenencias...
-Nonononono!!!!!!!!! Solo os iréis los varones. Los niños y la mujeres se quedarán aquí.
-Entonces la plaga de las langostas caerá sobre vosotros.
Las langostas invadieron Egipto. Se comieron todo lo que había sobrevivido a las otras plagas. Egipto se quedó devastada. El Faraón presionado por sus consejeros nos llamó y nos pidió que la plaga abandonara el país. Yavhé cambió la dirección del viento e hizo que las langostas se fueran. Pero com las veces anteriores el Faraón no dejó que nos fuéramos.

7ª PLAGA: LA GRANIZADA

Yavhé hizo caer sobre Egipto la granizada más fuerte que había habido desde su fundación.Extendí mi mano sobre el cielo y Yavhé hizo que truenos y relámpagoscayeron sobre Egipto. El granizo fue tan fuerte que inundó todos los cultivos e hizi que el Río se desbordara. Muchos animales murieron y millares de casas fueron destruídas.
El Faraón me llamó y me pidió que Yavhé no hiciera más daño sobre su pueblo. En el fondo yo sabía que todavía él y su pueblo no temían a Yavhé y le pedí a éste que cesara la tormenta. Cuando el Faraón vio que la tormenta había parado se obstinó de nuevo y nos impidió que salieramos.

6ª PLAGA: LAS ÚLCERAS

Mi hermano y yo hicimos lo que Yavhé nos había dicho: cogimos dos puñados de hollín de horno y los dejamos caer sobre el suelo. Una maldición cayó sobre todos los egipcios incluídos los hechiceros del Faraón que ni siquiera pudieron permanecer delante de mí a causa de las úlceras que secretaban pus.

5ªPLAGA: LA MUERTE DEL GANADO

Yavhé me dijo que le dijera al Farón que si no nos dejaba salir a orar se moriría el ganado de su pueblo y no el de los israeltias. El Faraón ya empezaba a estar cansado de que su pueblo sufriera tanto, pero por otro lado no podía resignarse a perder a todos sus esclavos. Si no nos dejas salir, mañana todo tu ganado morirá.
Y así sucedió todo el ganado egipcio murió pero ni una sola oveja de israelita pereció.

4ªPLAGA: LOS TÁBANOS

Alcancé al Farón cuando se dirigía hacia el Río y le dije que si nos dejaba salir Yavhé enviaría sobre él, sobre sus siervos, sobre su pueblo y sobre su ganado una palga de tábanos que lo devorarían todo.
-Entonces vuestro Dios Yavhé también os hará daño a vosotros los israelitas.
-No, porque los tábanos  no llegarán  Gosen, donde estamos situados yo y mi pueblo. Para que veas Yavhé es un Dios verdadero y que protege a su pueblo. Si no nos dejas salir esto pasará mañana.
-Que pase-dijo el Faraón.
Y así paso. Todo Egipto estaba plagado de tábanos que se comían al ganado, los alimentos...
El Faraón me llamó y me pidió que Yavhé expulsara a los tábanos de su país.
-Yavhé no los expulsará si tú no nos dejas ir a orar.-le repliqué yo.
-Podéis orar qui dentro no hace falta que salgáis de Egipto, yo os doy permiso.
-Si ofrecemos sacrificios aqui los egipcios nos apedrearán porque los sacrificos que nosotros hacemos son terrible para vosotros. Tenemos que salir.
-Os dejaré salir con la ocndición de que no os vayáis muy lejos y que oréis por mí y por mi pueblo.
-De acuerdo.-dije yo y me fui de su casa.
Yavhé expulsó a los tábanos y el Faraón cuando vio que su pueblo estaba a salvo se negóa a dejarnos ir.

sábado, 30 de octubre de 2010

3ª PLAGA:LOS MOSQUITOS

Yavhé se cansó de darle oportunidades al Faraón y simplemente le dijo a mi hermano que golpeara el cayado sobre el suelo y todo Egipto se llenaría de mosquitos. Así lo hicimos y los hechieros del Farón intentaron expulsarlos pero no pudieron y le advirtieron al Farón que si no dejaba salir a los israelitas las plagas acabarían con el país. Pero él no hizo caso y permitió que los mosquitos mataran a hombres y animales.

2ª PLAGA:LAS RANAS

Hablé con Yavhé e hice lo que me había dicho:
Fui a ver al Farón y le dije que si no nos dejaba ir a orar todo Egipto se llenaría de ranas. Y como no nos dejó mi hermano Aarón impulsó mi cayado sobre el suelo y las ranas empezaron a salir del Río. Las habitaciones, los campos de cultivo, las casas, en definitiva todo se llenó de ranas.
Aparecieron dos escoltas del Faraón en mi casa y me llevaron hasta el palacio. Allí el Faraón me pidió que hablara con Yavhé para que les liberara de las ranas y él les dejaría salir.
Yo como un imbécil fui a hablar con Yavhé y, haciendome caso a mi les liberó de las ranas. Pero el Faraón no nos dejó salir, solo se rió dde nosotros, otra vez.

1ª PLAGA:EL AGUA QUE SE CONVIERTE EN SANGRE

Al día siguiente fui a ver al Farón cuando se dirigía al Río y le dije que Yavhé me había enviado para sacar a mi pueblo de Egipto y que le pudiéramos rendir culto todos juntos.
-Pero tu no nos has dejado y si no nos dejas partir haré que todas las guas de Egipto se conviertan en sangre. Así tu pueblo no podrá beber.
-JA-JA-JA- respondió el malvado Faraón.
Aarón cogió el cayado y golpeó las aguas del río Nilo dejándolas llenas de sangre. Todas las aguas de Egipto se habían convertido en sangre: los ríos, las lagunas...
El Faraón no cabía en su asombro todos los peces estaban muertosy su pueblo desolado. Pasaron siete días hasta que las aguas volvieron a la normailidad y nosotros seguíamos allí encerrados sin poder salir.

EL CAYADO QUE SE CONVIERTE EN SERPIENTE

Aarón y yo fuimos a ver al Faraón para decirle que lo que estaba haciendo con los israelitas no era justo. No podían descansar ni dormir. Él, como de contumbre se rió de nosotros y desafió a Yavhé. Ante esa situación solo podíamos hacer una cosa: los prodijios que Yavhé nos había enseñado. Tiré mi cayado al suelo y se convirtió en una poderosa serpiente. Aún así el Farón llamó a sus hechiceros y ellos tambien convirtieron sus cayados en serpientes, pero la nuestra devoró a las demás. Como Yavhé me había dicho su corazón no se ablandó y nos echó de su casa.

martes, 26 de octubre de 2010

LA PROPUESTA DEFINITIVA

Los inspectores israelitas fueron a hablar con el Faraón para intertar que entrara en razón pero no lo consiguieron. Solo consiguieron que se rieran de ellos y de todos los israelitas.
Cuando salieron de alli mi hermano y yo estabamos esperándoles a las puertas del palacio. Cuando me contaron lo que les había dicho el Faraón solo pude hacer una cosa: rezar
-No entiendo por qué nos haces esto. Nos estan torturando. Yo hice todo lo que me indicaste y ahora estamos peor que antes. Ni siquiera nos la paja para fabricar los ladrillos.
-Lo sé y esto no va a quedar así . Esos egipcios van a saber quien soy yo, por qué voy a castigarles por lo que os han hecho.Y así os dejarán salir del país. Yo soy el Dios que se apareció a Abraham, a Jacob y a Isaac. Establecí un relación con ellos y les conduge hasta un tierra fértil y adecuada. Yo os haré mi pueblo.
Fui a decirles a los israelitas a decir lo que me había dicho Yavhé pero no me hicieron caso por todo el trabajo que tenían que hacer.
-¿Cómo va a creerme el Faraón si no me creen los mismos israelitas?
Yavhé nos indicó como habalr con el Faraón y con los israelitas.
-Pero ¿cómo voy a hablar yo con el Faraón si no soy de palabra fácil?
-Mira yo te hago un Dios para tu hermano y tu hermano será tu profeta. Así podrás hablar con el Faraón:lo que yo te diga, se lo dices a tu hermano y tu hermano se lo dice al Faraón.Yo haré todo lo que estén e mi mano para que os deje salir.

NO HEMOS PODIDO HACERLO.....

"Jajajajajaja, no penseis más. En eso no os vais a ir y dejar aquí vuestras tareas por tres días". Eso fu lo que dijo el Farón cuándo le dijimos si nos dejaba irnos tres días a orar al desierto.
-Pero, Señor, nos lo ha pedido Yavhé nuestro Dios.
-¿Quién es ese Yavhé? ¿Y por qué tendría que dejaros ir?
-Él es nuestro Dios. Lo más importante para nosotros.
-Y a mí ¿qué? Lo único que queréis es dejar de trabajar y no servir a vuestro Señor verdadero, que soy yo. Es más por insolentes vais a tener que trabajar más porqué no os voy a proporcionar la paja par hacer los ladrillos como hacía antes, sino que vais a ser vosotros mismos los que  la tengáis que encontrar.

-Pero......
-¡¡¡¡¡FUERA DE AQUÍ!!!!
Nos fuimos muy decepcinados por que además de no tener permiso para ir al monte nos habían duplicado el trabajo.
Los siguientes días fueron durisimos. Los capataces egipcios no nos dejaban descansar. Teníamos que recoger paja y luego hacer los ladrillos. Era agotador.

AARÓN

Íbamos hacia el monte donde se apareció Dios y me encontré a mi hermano Aarón y me explicó que estaba allí por que Dios le había enviado un mensaje.
Le expliqué a mi hermano la aparición y juntos se lo contamos todo a los ancianos de Israel. Al principio no nos creyeron pero en cuanto vieron los prodigios se convencieron de que era todo verdad y me acompañaron a hablar con el Faraón.

lunes, 25 de octubre de 2010

¡VUELVO A EGIPTO!

Cuando volví del monte fui a hablar con mi suegro:
-Me gustaría ir a Egipto para ver si mis hermanos siguen vivos,¿tengo su permiso?
-Ve en paz-me dijo Jetró
Cojí a Seforá a mi hijo y a un asno y empezamos el camino hacia Egipto. En un albergué Seforá circuncinsó a nuestro hijo y me dijo que yo era su "marido de sangre" y que había circuncinsado a nuestro primogénito. En ese momento recordé que Yavhé había dicho que Israel era su primogénito y que si el Faraón no dejaba que su primogénito fuera al desierto para darle culto a su padre su primogénito moriría.

domingo, 24 de octubre de 2010

LA ZARZA ARDIENDO

Un día mientras conducia al rebaño de mi suegro por el desierto llegué hasta el monte de Dios. Allí al pie de la montaña había una zarza ardiendo, no vi nada raro porque hacía muchisimo calor pero al cabo de unos minutos la zarza seguía allí sin consumirse. Me acerqué a ella y oí como alguien me llamaba. Al principio creía que eran imaginaciones mías por el calor que estaba pasando pero le respondí a la voz y ésta me dijo: "No te acerqués aquí; quitate la sandalias, porque estas pisando tierra sagrada". Yo creía que me estaba volviendo loco entonces pregunté:
-¿Quién eres?
-Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.
No podía creer lo que me estaba pasando, Yavhé se me había aparecido. Cómo señal de respeto me cubrí la cara.
-He visto lo mal que lo está pasando mi pueblo bajo el dominio de los egipcios. Los tratan como si fueran escoria y no puedo seguir tolerando eso. Tu serás el encargado de sacar a mi pueblo de la esclavitud y guiarlo hasta una tierra fértil, dónde podréis vivir con libertad. Tu misión es ir a ver al Faraón y sacar a tu pueblo de Egipto.
-Pero, ¿quién soy yo para ir a ver al Faraón y sacar a mi pueblo de Egipto?
-No tienes que preocuparte por nada, yo estaré allí contigo y como señal cuando salgais de Egipto vendreis aquí a rezar.
-Pero no me van a creer si voy y les digo que Yavhé se me ha aparecido. Me preguntarán cual es tu nombre y yo,¿que les voy a decir?
-Diles que yo soy yo. Que yo soy el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el dios de Isaac y el Dios de Jacob. Así que no pierdas el tiempo vé y reúne a los ancianos del pueblo de Israel, ellos te creeran. Diles que he visto su sufrimiento bajo el dominio del pueblo Egipcio y que tu eres el elegido para sacarles de allí y llevarles a una tierra fértil donde podrán vivir libremente. Juntos iréis a ver al rey de Egipto y le diréis que tenéis que iros a hacer un viaje de tres días por el desierto. Ya sé que no os dejará ir pero yo me encargaré de atormentar a su pueblo con maldiciones hasta que os deje marchar. Pero eso no es todo, antes de iros de allí cada mujer le pedirá a su vecina objetos de oro y plata y se las pondrá a sus hijos.
-No van a creerme…
-¿Qué llevas en la mano?-preguntó Yavhé.
-Un palo.
-Tíralo al suelo.
Lancé el cayado y se convirtió en una serpiente.
-Ahora cógela por la cola.
Yo hice lo que mi Dios decía pero estaba muy asustado y cuando la toqué volvió a ser un simple palo.
-Si no te creen enséñales estos y seguro que cambian de idea. Mete tu mano en el pecho-añadió.
La metí cuando la volví a sacar estaba blanca, cómo si tuviera lepra.
-Ahora vuelve a meterla.- lo hice y cuando la saqué había vuelto a su estado habitual.- Si no creen el primer milagro, creerán el segundo y si no lo creen cogerás agua del Jordán y cuándo la tires al suelo se volverá sangre.
-Pero Señor…yo…no tengo buen hablar…
-¿Quién ha dado una boca para hablar? ¿Quién decide quien será sordo o ciego? ¿No soy yo? Vete y haz lo que te he dicho, tu hermano Aarón te ayudará, sé que él habla muy bien. Yo estaré allí en su boca y en la tuya.

Entonces la zarza se apagó y yo no supe que hacer; tenía miedo pero Yahvé había acuadido a mi para ayudar a todos los israelitas y yo podía ignorarlo.
    

lunes, 18 de octubre de 2010

SEFORÁ

Poco a poco iba alejandome de Egipto hasta que llegué a Madián, un país vecino. Al ver un pozo corrí hacia él para saciar mi sed y al llegar allí pude contemplar a la mujer más hermosa que jamás habia visto. Era una de las siete hijas del sacerdote de Madián. Las siete habían ido hasta el pozo para alimentar al ganado de su padre pero unos pastores las habían echado de allí. Yo las ayudé y luego me invitaron a comer a su casa y su padre me entregó la mano de su hija: Seforá.
Luego me casé con ella y tuvimos nuestro primer hijo al que llamamos Guersón.

EL EGIPCIO

Un día, cuando ya tenía unos veinte años, me acerqué a ver a amis hermanos y a mi madre al poblado israelita. Cuando llegué allí no me podía creer lo que estaba viendo. Mi familia, como todos lo esclavos, trabajaba muy duro y los guardianes egipcios se reían de ellos y los trataban fatal. Me acerqué a mi hermana y un egipcio se acercó a ella y empezó a azotarla con el látigo. No podía más estaba harto de injusticias y en ataque de furia saqué mi cuchillo y maté a aquel egipcio. Sabía que no podia quedarme mucho tiempoalli así que me despedí de mi madre y mis hermanos y salí corriendo.

domingo, 17 de octubre de 2010

MI INFANCIA

Cuando mi madre me echó al río mi hermana me siguió por la orilla y vió que la hija del Faraón mandaba que una de sus ayudantes me recogiera. Ella, mi hermana, salió de entre los juncos de la orilla y le dijo que era mi hermana entonces la hija del Faraón llamó a mi madre y dejó que ella me criara en secreto. Pasé una infancia confusa por que no sabía muy bien quien era madre pero descubrí que la hija del gobernador de Egipto cubría a mi madre.

jueves, 14 de octubre de 2010

CUANDO YO NACÍ.....

Antes de que yo naciera el Faraón, rey de Egipto, ordenó a todas las parteras de las hebreas que si el bebé que nacía era un niño lo mataran, pero ellas no le hicieron caso a pesar de la reñida que les cayó luego. Así el Faraón ordenó que echaran al río a todos los niños y así lo hizo mi madre para evitar mi muerte.