sábado, 6 de noviembre de 2010

EL AGUA

Seguimos caminando por el desierto hasta que el pueblo de Isarel empezó a murmurar contra mi y contra mi hermano y si así lo hacían también murmuraban contra Yavhé. Así que Yavhé hizo que yo pudiera hacer brotar agua de una roca con mi cayado y así hacer que los israelitas se callaran.

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