Mientras nosotros nos alejabamos apreusradamente por el desierto en Egipto el Fraón se arrepentía de lo que había hecho: había dejado escapar a todos sus esclavos asi que cogió a todos sus guerreros e hizo que vinieran a por nosotros.
Por suerte Yavhé estaba de nuestro lado y nos protegió durante toda la noche mientras empezabamos a huir por enmedio del río. Yavhé me dió el poder de abrir el mar y que pudiéramos salir. Cuando amaneció los egipcios cogieron sus carros y se adentraron en el mar pero antes de que pudiéran cogernos el mar se cerró y todos comprobamos lo fuerte que era Yavhé.
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