Antes de que yo naciera el Faraón, rey de Egipto, ordenó a todas las parteras de las hebreas que si el bebé que nacía era un niño lo mataran, pero ellas no le hicieron caso a pesar de la reñida que les cayó luego. Así el Faraón ordenó que echaran al río a todos los niños y así lo hizo mi madre para evitar mi muerte.
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