Yavhé hizo que Egipto quedara sumida en la oscuridad durante tres días y tres noches. No se veían los unos alos otros y no pudieron moverse de donde estaban por miedo a hacerse daño. Los israelitas tenían luz en sus hogares y ellos si que podían seguir con su vida normal. El Faraón me llamó y me dijo que las mujeres y los niños podían venir pero que el ganado se tenía que quedar alli. Le dije que no podíamos irnos sin el ganado porque sino no podíamos hacerle sacrificios a Yavhé. El Faraón se enfadó mucho conmigo y me dijo que si volvía a verme me mataría.
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