Cuando volví del monte fui a hablar con mi suegro:
-Me gustaría ir a Egipto para ver si mis hermanos siguen vivos,¿tengo su permiso?
-Ve en paz-me dijo Jetró
Cojí a Seforá a mi hijo y a un asno y empezamos el camino hacia Egipto. En un albergué Seforá circuncinsó a nuestro hijo y me dijo que yo era su "marido de sangre" y que había circuncinsado a nuestro primogénito. En ese momento recordé que Yavhé había dicho que Israel era su primogénito y que si el Faraón no dejaba que su primogénito fuera al desierto para darle culto a su padre su primogénito moriría.
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