"Jajajajajaja, no penseis más. En eso no os vais a ir y dejar aquí vuestras tareas por tres días". Eso fu lo que dijo el Farón cuándo le dijimos si nos dejaba irnos tres días a orar al desierto.
-Pero, Señor, nos lo ha pedido Yavhé nuestro Dios.
-¿Quién es ese Yavhé? ¿Y por qué tendría que dejaros ir?
-Él es nuestro Dios. Lo más importante para nosotros.
-Y a mí ¿qué? Lo único que queréis es dejar de trabajar y no servir a vuestro Señor verdadero, que soy yo. Es más por insolentes vais a tener que trabajar más porqué no os voy a proporcionar la paja par hacer los ladrillos como hacía antes, sino que vais a ser vosotros mismos los que la tengáis que encontrar.
-Pero......
-¡¡¡¡¡FUERA DE AQUÍ!!!!
Nos fuimos muy decepcinados por que además de no tener permiso para ir al monte nos habían duplicado el trabajo.
Los siguientes días fueron durisimos. Los capataces egipcios no nos dejaban descansar. Teníamos que recoger paja y luego hacer los ladrillos. Era agotador.
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